Primero que nada, la alpaca NO ES PLATA. Si bien a veces se la llama “plata alemana”, la alpaca es una aleación (mezcla de metales) de zinc, cobre y níquel; bien pulida se parece a la plata, aunque más amarillento y acerado.
La plata, por otro lado, es un “metal puro”, un elemento químico de número atómico 47 (para los más quisquillosos), cuyo símbolo en la Tabla Periódica de Elementos es Ag.
La plata en estado puro (plata 1000) NO SE USA EN JOYERÍA. No existe un medallón, menos que menos un anillo, de “plata pura”, como tampoco existen de “oro puro”. Estos metales, “puros”, resultan demasiado blandos para trabajarlos, por los cuales se los alea con otros metales (casi siempre cobre) para darles más dureza. Si tuviéramos un anillo de plata u oro puro enseguida quedaría todo abollado y doblado.
La denominación “Plata 925” significa que a 925 gramos de plata se le agregan 75 gramos de cobre; “Plata 900” significa que a 900 gramos de plata se le agregan 100 gramos de cobre, y así hasta “Plata 800”, que es el “punto límite” hasta donde puede decirse que sigue siendo PLATA (las bombillas, cadenas, mates, etc., suelen ser de plata 800. Las cadenas casi siempre son de una denominación baja y esto es bueno, porque a mayor dureza mayor durabilidad).
¿Cuál es la diferencia?. A ojímetro, como suele decirse, es difícil o imposible darse cuenta (figúrense que la diferencia entre plata 950, que es la más pura utilizada en joyería, y la plata 800, hay solo 150 gramos de diferencia por kilo de aleación). La plata 925 es más blanca, mientras que a medida que va “bajando”, se va volviendo más amarillenta.
El color de la alpaca, similar al acero, es otra señal que delata a este material por encima de la plata. La plata 950 y 925 cuenta con un aspecto muy brillante y llamativo, en un tono casi blanco. En cambio la plata 800 es de un tono brillante pero más amarillento. En cualquier caso, la apariencia difiere mucho de una imitación de alpaca.
Eso sí, TODAS las piezas de plata se manchan, pierden brillo o se ponen amarillas con el tiempo. La mejor manera de evitar esto es… ¡usándolas!. El solo roce va puliendo la pieza, y toma ese brillo característico de la plata.En el caso de que pierdan ese brillo, hay muchos productos que se lo devuelven, pero hay que tener cuidado con los abrasivos porque la rayan. Lo ideal, trapito de algodón limpio, UN POQUITO de Silvo o similar, y frotar.
Las siglas S.S son otra señal importante. Las piezas elaboradas en plata cuentan con ella, mientras que las que tienen simplemente un baño de plata, pudiendo haber sido elaboradas en materiales baratos como la alpaca, cuenta con las siglas S.P..
Sentir el peso de la pieza. La plata es un metal pesado si se le compara con otros de menos calidad como la alpaca o el cobre, que suelen ser bastante livianos.
Cuando a pesar de todas estas señales tienes aún dudas, lo mejor es usar un imán. La plata de calidad no se pegará al imán, mientras que otros metales baratos si lo harán. Así conseguirás salir de dudas rápidamente.
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