Dos años después de la apertura de la tumba de Tutankamón, el 12 de febrero de 1924, se comenzó a desvendar al rey. A medida que se fueron retirando las vendas aparecieron unos 150 objetos de joyería. Quizás el más curioso de cuantos objetos fuera una daga de hermosa empuñadura de oro con incrustaciones en cornalina y cristal de roca, con una vaina de oro. Se cree que fue un regalo de algún monarca extranjero y que podría tratarse de hierro meteórico.