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Un blog sobre cuchillos y traumas adyacentes

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LEA BIENPor el momento en este espacio no se realizan ventas ni estamos en contacto con artesanos, no obstante seria un gusto poder anunciar artesanos cuchilleros, orfebres, etc, que deseen promocionar sus trabajos. Apuntando a precios accesibles y justos para comprador y vendedor.

viernes, 19 de agosto de 2016

Sobre el origen del Cuchillo Canario

Sobre el origen del mango y cuchillo hay varias teorías que se han esbozado pero siempre con escasos ejemplos sobre dicha cuestión. Haremos hincapié en este espacio del origen norteafricano, más bien del África Occidental, entiéndase el marco geográfico dentro de las actuales fronteras de Mauritania, Sahara Occidental y sur de Marruecos. Pero antes de entrar en materia sobre las nuevas aportaciones hablaremos de la relación de Canarias - África que no es nueva; enumerare diferentes hechos históricos que han marcado ese lazo invisible presente hasta la actualidad.
A partir de la colonización europea de Canarias se inicia  una época histórica y “oficial” de encuentros y desencuentros entre el archipiélago y nuestro vecino más inmediato. Recordar las razzias esclavistas de Alonso Fernández de Lugo al sur de Sidi Ifni  que trajo como consecuencia la muerte de guanches y canarios obligados a enrolarse en esas tropas invasoras; mencionar aquí la frase famosa de Pedro Maninidra antes de morir en batalla contra los berberiscos “Tiemblan las carnes, por el gran peligro en que las pone hoy el corazón”. Con el tiempo los corsarios berberiscos hicieron lo mismo y las islas más afectadas fueron Lanzarote y Fuerteventura;  sucedió incluso el episodio de los “renegados” que afectaron a ambas partes. No olvidar que  esta época de trasiego trajo como consecuencia la abundancia de berberiscos en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. En la isla de Gran Canaria se conservan tres topónimos que recuerdan la residencia de estos esclavos norteafricanos:

  1. “Berbería”; en lo más alto de Gran Canaria recibe este nombre la zona comprendida entre “Las Mesas” (topónimo nuevo dado por lo de los asaderos; lugar de esparcimiento) y Barranquillo de Juan Francés.
  2. “Berbería”; zona en San Gregorio.Telde.
  3. "Berbería”; Casas y Barranco en Guía.

Recalcar la abundancia también en Gran Canaria a lo largo y ancho de su extensión de lugares con nombres tan sonoros como “La Morisca”, “Las Moriscas”, “El Morisco”, “Los Moriscos”. De otro lado tenemos para la misma isla, la camisuela o jaique de procedencia “morisca”. En Fuerteventura aún en día a los habitantes del Municipio de Tuineje se les llama “Los Moriscos”; tampoco olvidar el dicho “De Tuineje a Berbería se va y se viene en un solo día”.
A su vez entra en Canarias el camello como útil de trabajo y como nuevo elemento cultural.
A continuación la calma volvió y comenzó una etapa de intercambio entre los pescadores canarios y los moros de la costa que duró aproximadamente 400 años y más concretamente su punto final hacia finales de los años 70 del siglo XX. De esta relación se hace eco  George Glas en el siglo XVIII:
En vez de estimular este muy útil y provechoso sector comercial, los magistrados en estas islas adoptan todos los medios para perjudicarlo; pues de manera muy poco política fijan un precio al pescado y cargan su comercio con derechos disparatados y poco razonables, impidiendo además a los pescadores que tengan cualquier trato con los moros a cuyas costas van a pescar, lo cual constituye una grave injusticia, ya que se ven a menudo obligados, debido al mal tiempo, a arribar a la costa para repostar agua y madera. Sin embargo, privadamente tratan con ellos en beneficio mutuo; pues los canarios dan a los habitantes del desierto viejas cuerdas, que estos últimos destuercen y después hilan en hebras o en bramantes, para fabricar redes para pescar; también les dan pan, cebollas, papas y frutas de diferentes clases, a cambio de lo cual los moros les dejan coger agua y madera en su costa, siempre que les hagan falta estos productos tan necesarios, y les regalan huevos de avestruz y plumas.”.
Es curioso ver en diferentes mapas cartográficos de la línea costera que va del sur de Marruecos, Sahara Occidental y norte de Mauritania  de infinidad de topónimos bautizados por los pescadores canarios durante siglos; a modo de ejemplo:

  • El Golfo, El Cantil, Morro Falcón, Galgo de Santa María, El Risquete, Boca de En medio, Boca de la Aguada, Boca de Jarro, Boca de los Robalos, Boca del Morro, Boca Grande, Boca Jarra, Boquita del Cosco, El Camellito, Las Canteras, El Parchel, El Rincón, El Roquete, Fondeadero de la Sarga, Fondeadero de La Monja, La Meseta, Las Puntillas, Playa Negrita, Riscos del Aire, Boca de Barlovento, Los Arbolitos, Los Medanos, Puerto Rico, Playa del Tarajalillo……..           

Como punto final de este pequeño trabajo aportare dos informaciones etnográficas encontradas en la artesanía tradicional de un lado en Mauritania y de otro en el sur de Marruecos:
En Mauritania, Sahara Occidental y entre los tuaregs de Níger, Malí, Argelia se utilizan las pipas de tabaco elaboradas en metal, su característica  más llamativa es el “mango” decorado a base de anillas de metal, cuerno y hueso; el método de trabajo es el mismo que el del cuchillo canario; se introducen las piezas una a una alternando a gusto del artesano piezas de metal y de las de hueso en bruto y posteriormente se pulen.
La foto en blanco y negro que saldrá a continuación esta extraída de un libro publicado en lengua alemana “Völker der Sahara - Mauren und Twareg. Linden Museum Stuttgart. Wolfgang Creyaumüller. 1979 ”página 49, donde se muestran dos pipas una acabada y la otra no; la conservación es bastante buena.
Estos utensilios fueron recogidos y estudiados en la región de Trarza; en el departamento de Bou-Tilimit al sur de Mauritania y a 165 kms  de la capital Nouakchott.


Para terminar el presente estudio nos adentraremos en el centro sur de Marruecos en pleno Medio Atlas dominio de las tribus imazighen (beréberes) de los Aït Ouirra. Para ello aprovechare la página Web de Ghautier Langlois http:// paratge.chez-Alice.fr/Aït Ouirra, que hace referencia a un estudio histórico y etnográfico del capitán  Jean Vaugien en los años 1950-1951; acabada ya la insurrección de Marruecos. Jean Vaugien  fotografía a los Aït Ouirra y la zona donde viven (Ksiba). Entre ellas tomare la siguiente; como ustedes verán muy, muy interesante.


 Nos describe Jean Vaugien:
"Presque tous les hommes portent sur eux une “Tassarrit” long couteau droit effilé et perfaitament aiguisé qui sert parfois à tuer le voisin ”. (Casi todos los hombres portan un “Tassarrit”, largo cuchillo recto delgado y perfectamente afilado que sirve a veces para matar al próximo…). 
A la vista de todas estas informaciones, datos y fotografías que muestran un gran parecido dejo en el aire este interrogante;
¿ Es el trabajo de los mangos de la cuchillería canaria de procedencia norteafricana?. Sería interesante hacer una amplia investigación de campo en estos lugares.

http://franciscojaviergilrodriguez.blogspot.com.ar/2013/06/nueva-aportacion-sobre-el-origen-del.html

jueves, 18 de agosto de 2016

Los canarios de Domingo Gil Pérez

Cuchillo canario elaborado por
Domingo Gil Pérez en el año 1964 en
 Moya, isla de Gran Canaria
Francisco Gil Pérez procedía de La Solana de Tejeda; de profesión herrero y cuchillero, elaboraba todo tipo de útiles enfocados a la sociedad netamente rural de la época (azadas, sachos, picos, picos “canarios”, clavos…..). Se casó con Isabel Pérez Alemán y se estableció en La Costa Ayraga, más concretamente en la Playa de Quintanilla, municipio de Arucas, en la parte norte de la isla de Gran Canaria. Ejerció de lo que sabía, herrero, cuchillero y marcador de plátanos.
Tuvieron varios hijos que se dedicaron a diferentes labores artesanales como profesión; canteros, herreros, cuchilleros. Domingo Gil Pérez, nacido el año 1924, siguió los pasos de su padre en el mundo de la herrería y cuchillería. Heredó de don Francisco el taller situado en la azotea de su vivienda en la Playa de Quintanilla. Posteriormente se casó con Rosario Rodríguez Santana, natural de Moya y se estableció en el Barrio de El Trujillo en el casco urbano de Moya en donde prosiguió con la labor artesanal. En este lugar se dedicó a elaborar cuchillos a gusto de los demandantes; enfocados unos para el trabajo en las plataneras u otros cultivos, con los animales (vacas, jairas, baifos). El mango del cuchillo era más elaborado o no, dependiendo de los gustos de cada solicitante o de las “perras” que tuvieran. Confeccionaba preferentemente los denominados “cuchillos de cumbre” o bien los “cuchillos de Costa (de Ayraga), también “cuchillos de palo”; así como miniaturas o broches para los casamientos o para regalos.
Acudió a varias ferias de artesanía a lo largo y ancho de las islas e incluso le propusieron representar a los cuchilleros canarios en exposiciones en Madrid…pero no podía dejar su trabajo “abandonado”.
Con el tiempo el mundo rural se vino abajo y la emigración de la gente del campo hacia la capital se hizo vírica, los Gil Perez se fueron a Las Palmas. Domingo pasó a trabajar de mecánico naval en la flota pesquera artesanal canaria, en el banco Canario – Sahariano, en La Costa de Berbería.
"Espero que su nombre no se olvide y lo tenga en cuenta la nueva generación de artesanos y a la hora de escribir el libro que nunca se ha escrito sobre los cuchilleros de Gran Canaria."
-- Francisco Javier Gil Rodríguez

Domingo Gil Pérez y Rosario Rodríguez Santana, de pie a la sombra de la platanera.
Los Dragos, Moya, Año 1955. Gran Canaria. 




Broche elaborado por Domingo Gil Pérez y regalado a su esposa, Rosario Rodríguez Santana cuando eran novios. La hoja decorada con las iniciales DG y con una flor. Este cuchillito tiene la edad de 50 años. Es propiedad de la hija de ambos, Isabel Gil Rodríguez.

Broche elaborado por Domingo Gil Pérez y regalado a su esposa, Rosario Rodríguez Santana cuando eran novios. La hoja decorada con las iniciales DG y con una flor. Este cuchillito tiene la edad de 50 años. Es propiedad de la hija de ambos, Isabel Gil Rodríguez.

Cajita metálica donde se guardan varias monedas de oro y de plata de finales del siglo XIX y principios del XX traídas sobre todo de la isla de Cuba y conservadas en bicarbonato sódico; algunas de estas monedas están incompletas ya que han sido cortadas en trocitos para ser incrustadas en las incisiones elaboradas en el mango. 



sábado, 13 de agosto de 2016

Dos cuhillos antiguos


El curvo, es un bonito  cuchillo de guarnicionero,  firmado por  blanchard - parís, con el mango de ébano y la virola de latón. La hoja es  de acero de gran calidad, en la que está  grabado el sello del fabricante y su insignia, el galgo.

Este fabricante, uno de los mejores de herramientas y utillajes  de  su  época,  comenzó  en 1.823  y este cuchillo, tan  antigüo, es  ya  una  reliquia.

Como ya hemos referido es un cuchillo para cortar cuero y en francia le llaman "serpette" porque tiene cierto parecido a los de podar.

Su medida es :     largo total 18,50  -  ancho total aprox 6,00   - largo de la hoa 8,50   ( cms)

 


El segundo cuchillo, pertenece a la manufactura de  -nicolas gesse-  vaciador (afilador) que fundó su fábrica y tienda en madrid en 1.870 y que fué proveedor de la corte de alfonso xii.

En 1999, era la cuchillería más antigua de españa, regentada por su nieto en la calle esparteros, pero ya desapareció.

Este pequeño cuchillo, presenta el mango de ébano, embutido en metal plateado y la hoja de acero de fina calidad, con el nombre grabado en una cara y la palabra- deposé-, (registrado)  en la otra, haciendo referecia a la marca.

Su medida es :  largo total 18,50  -  ancho  max.Hoja 1,50   -  largo hoja 9,00  (cms.)






Dos pequeñas joyas de la cuchilleria francesa y española, en un estado de conservación excelente.


viernes, 12 de agosto de 2016

Cuchillo de talabartero Blanchard Paris 2

Cuchillo de talabartero Blanchard Paris 2, bien antiguo, de una calidad que no se compara con los Blanchard modernos.
Con su vaina de vaqueta antigua bien de época., bien antiguo, de una calidad que no se compara con los Blanchard modernos.
Con su vaina de vaqueta antigua bien de época.


martes, 9 de agosto de 2016

Culturas andinas y la fundición de metales

“..Llaman a estas formas Guayras. Y de noche hay tantas dellas por todos los campos y collados que parecen luminarias. Y en tiempo que hace viento recio, se saca plata en cantidad: quando el viento falta, por ninguna manera pueden sacar ninguna..
Cieza de León, 1996 [1553], cap. CIX: 291…”
En los hornos huayrachina se podía trabajar la plata en zonas de gran altura. Durante la Conquista europeos se sorprendieron con la fórmula, que no conocían.
¿Cómo un pequeño horno cilíndrico de arcilla puede alcanzar hasta 1.000 grados de temperatura? ¿Por qué funciona en los Andes y en Francia no? Estos enigmas de la metalurgia andina que han permanecido siglos sin respuesta están a punto de ser resueltos.
Arqueólogos argentinos se dedicaron a estudiar los hornos huayrachina, de los cuales se han encontrado restos arqueológicos que datan del primer milenio de nuestra era; son pequeños cilindros con agujeros que permitían a los indígenas de la región entre el sur de Bolivia y el norte de Argentina fundir metales muy puros con muy poco combustible.
“Cuando llegan los españoles a la región, Potosí se descubre oficialmente en 1545, y los europeos no conocían la tecnología para tratar el mineral que había aquí en los Andes”, explica a EFE Pablo Cruz, director del Instituto Interdisciplinario Tilcara, ubicado en la provincia argentina de Jujuy.
“Una de las claves de lo que fue un centro económico, junto con la minería, era la metalurgia, de la cual no teníamos muchas informaciones”, señala Cruz.
Huayra hace referencia al viento, mientras que china significa mujer, en lengua quechua, aunque los investigadores aún no han logrado identificar el porqué de esta segunda parte del nombre. El director del instituto se embarcó en la investigación de los hornos hace casi una década y los estudió en Francia, junto con otros expertos en tecnología indígena.
Allí, sin embargo, no consiguieron extraer el metal en los hornos. No fue hasta este mismo año, cuando los primeros experimentos realizados en la localidad argentina de Tilcara aportaron por fin nueva luz sobre el enigma del funcionamiento de estos hornos.
“Es como una chimenea que tiene orificios por los cuales circula el viento. Lo que hemos podido probar es que se necesita mucho viento, a partir de diez metros por segundo de ventilación natural, y estamos tratando de desentrañar cómo entra en juego la altura, la presión atmosférica”, detalló el responsable. Los hornos eran portátiles y permitían a los indígenas fundir unos tres kilos de metal con apenas seis kilos de cartón, casi lo mismo que se gasta en una parrillada.